lunes, 31 de diciembre de 2007

Sígnificado del término "tálamo"


De acuerdo con su original significado griego, este término se emplea en anatomía y en botánica como nombre de diversas cavidades o receptáculos. Es también la denominación culta del lecho conyugal, otro cultismo con el que denominamos la cama de matrimonio, y del lugar donde se celebra la boda. El ritual mozárabe tiene una solemne bendición del tálamo; también el ritual romano tiene esta ceremonia, pero no tan solemne.
El hecho de que la "cama de matrimonio" tenga nombre propio es indicativo de que se trata de la imagen visible y el símbolo de una institución fundamental de la sociedad, complementario del otro gran símbolo que es la mesa. En torno a una y otra se han desarrollado formas rituales que en fin de cuentas vienen a ordenar y reforzar las conductas que atienden a las dos grandes necesidades de la vida: la alimentación y la reproducción. La denominación no sólo culta, sino también ritual de tálamo, viene a confirmar este aspecto
Fueron los griegos quienes a través del latín nos legaron esta palabra, con su carga ritual, que ya se la dieron ellos. Llamaban qalamoV (zálamos) a la cámara nupcial, al dormitorio de la señora de la casa, al dormitorio en general, a la parte de la casa reservada a las mujeres, y luego a cualquier habitación, aunque como se ve en sus derivados, tendió a usarse en especial para denominar el dormitorio nupcial. La palabra la tomaron de un término de la naturaleza: qalamh (zaláme) que significa abrigo o guarida de un animal, en particular de los peces que viven en los agujeros y los intersticios de las rocas, y luego ya a cualquier cámara, cavidad o ventrículo.
Los griegos formaron el verbo qalameuw (zalaméuo) para referirse a la acción de esposarse o de conducir al lecho nupcial, un rito que ha quedado como última huella del matrimonio por rapto; y también para expresar la mujer la sensación de encierro en su cámara nupcial. Y de acuerdo con su valor original, tiene también el significado de acostarse, pero aplicado a los animales. Tenían asimismo el adjetivo qalameioV (zalaméios), que usaban para calificar todo aquello que tenía que ver con el lecho nupcial.
Queda en pie el hecho de que acostarse en el lecho nupcial se convirtió en una institución general, en el símbolo de una especie de ritualización de las relaciones conyugales, sometidas por tanto a la normativa de los ritos, del mismo modo que la comida estaba sometida también a hermosos rituales en torno a la mesa, la mayoría de los cuales se han perdido ya. El acceso (más bien el ascenso, por lo alto que era) de todas las noches al tálamo, al lecho nupcial, era tan sagrado como el acceso diario a la mesa. En aquél se rendía culto al don de la reproducción; en ésta, al del alimento.
Finalmente, una curiosidad léxica: a la cubierta que se pone en las tartanas y carros para preservarse del sol y del agua, se la llama entalamadura. Y a la acción de cubrir el carro con paños y tapices, se le llama entalamar. Eso es así porque imitaban la especie de entoldado que adornaba y protegía el tálamo.
Extracto de "http://www.grecianuncamuere.com.ar/turismo/peloponeso/argolida/micenas.htm"
Del pueblo Fijita, atravesado por la carretera principal de Corinto-Argos ... . A la izquierda de este camino se ven, en las cuestas, las entradas de pequeñas tumbas en forma de cuarto rectangular (de las numerosas que se han excavado en la zona). Las tumbas en forma de cuartos o tumbas en “tálamo”, que están talladas en las cuestas rocosas constan de un cuarto “tálamo”, generalmente cuadrado, muy rara vez circular, accesible por un “dromos”, es decir, un corredor que llevaba a la entrada del “tálamo”. Eran tumbas de familia, igual que las tumbas abovedadas, los muertos se metían en el suelo. Raras veces se abrían hoyos y los muertos se enterraban en estos.

domingo, 16 de diciembre de 2007

HASTA EL FINAL – Il Divo

Bonita letra del cuarteto IL DIVO, nos transporta al día de la boda…

El Sexo en el Matrimonio

Cada vez oímos con más frecuencia de casos de matrimonios que se rompen por "incompatibilidad sexual", "frigidez" o "impotencia sexual". En la mayoría de los casos, esto ha sucedido por tener un concepto erróneo o deformado del significado de la unión sexual entre los esposos.

Dios ha querido el encuentro sexual entre varón y mujer, puesto que ha dotado a cada uno de un armonioso conjunto de órganos y funciones tanto corporales como psicológicas y espirituales, encaminados al encuentro pleno y total como expresión de amor. La sexualidad está ordenada al amor conyugal del hombre y de la mujer.

En el matrimonio, la intimidad corporal de los esposos es un signo de la comunión espiritual.

De esta forma, el Papa Juan Pablo II nos dice:
La sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan el uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es parte integral del amor con el que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte. (FC, 11).

De esta forma, la persona toda expresa su amor de entrega, el don de sí, a otra persona, que también se entrega, en la fusión de sus cuerpos que se convierten así, sin perder cada uno su individualidad, en una “sola carne”, como reitera Cristo citando al Génesis:

“…Y dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá con su mujer, y serán los dos uno solo. De manera que ya no son dos, sino una sola carne”. “Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (MT 19, 5-6).

La unión sexual es pues, la expresión más profunda y completa del amor conyugal. En ella tiene su culmen, pues el amor abarca a toda la persona, desde su espíritu (inteligencia y voluntad), su corazón (sentimientos, emociones y pasiones), hasta su cuerpo (genitalidad).

El Concilio Vaticano II nos dice:

Los actos con los que los esposos se unen íntima y castamente entre sí son honestos y dignos, y, realizados de modo “verdaderamente humano”, significan y fomentan la recíproca donación, con la que se enriquecen mutuamente con alegría y gratitud (GS, 49).

En el encuentro sexual, como en múltiples actividades humanas que la persona desempeña libre y conscientemente, Dios ha impreso una satisfacción, como estímulo y recompensa de aquellas: el placer.
Entonces, el placer no debe ser un fin en si mismo, sino una consecuencia: la satisfacción por un acto bueno, en este caso, la unión intima entre los “esposos”…

Así, en la actividad de alimentarse, tenemos el placer del gusto; al descansar el cuerpo, tenemos el placer del sueño; en la unión carnal, el placer sexual. Pero todas estas actividades deben estar ordenadas a un fin más allá del placer, por ejemplo: comemos para vivir, no vivimos para comer por lo que la alimentación debe tener un orden y alejarse de la gula, asimismo dormimos para reparar fuerzas, cuidándonos de la pereza; la unión carnal entre un hombre y una mujer debe estar ordenada al matrimonio, lo cual es posible formándose en el autodominio y muy especialmente, por amor a Dios y por el reconocimiento de la dignidad y el respeto que nos es propio…

De ahí, que la responsabilidad del ser humano en el encuentro sexual ha de ser, buscar la entrega total y completa al otro, y no buscar como finalidad el placer. El placer es una satisfacción, más no un fin.

El mundo de hoy, tan lleno de erotismo, promueve fuertemente la búsqueda del placer en el encuentro sexual, olvidando la entrega, el don de sí y la fecundidad.

SEXUALIDAD Y GENITALIDAD

La persona humana es sexuada, es decir, es masculina o femenina.
El hombre y la mujer, aunque tienen la misma dignidad como personas, son diferentes por ser sexuados. A su vez se complementan mutuamente.

El instinto sexual en el ser humano es una tendencia natural de los dos sexos que se atraen mutuamente en búsqueda de la unión, de la complementariedad y de la fecundidad. Ha de ser dominada y encauzada por voluntad de la persona.

El amor conyugal es el contexto adecuado para el uso plenamente humano de la tendencia sexual.

La genitalidad es el aspecto corporal de la sexualidad. Conformada por los órganos reproductores masculinos y femeninos y sus funciones propias.

Un grave error contemporáneo es confundir la sexualidad con la genitalidad.

NATURALEZA DEL AMOR CONYUGAL

Amar es un acto de voluntad. Es buscar el bien de la persona amada, en cuanto tal. Es decir, buscar su bien porque es persona.

El amor es darse, es entrega, es generosidad. Amar es el acto más sublime del ser humano. Es actuar como Dios mismo actúa.

El amor conyugal es recíproco, abarca la totalidad de la persona: alma, sentimientos y cuerpo y es fecundo.

La máxima expresión del amor conyugal se encuentra en la intimidad corporal de los esposos. Con la intimidad corporal, los esposos plasman en su matrimonio la entrega total. El don de sí adquiere su plenitud.

Propiedades:

1. La unidad: es la donación mutua de un hombre con una mujer.

2. La indisolubilidad: Para poder cumplir con sus fines plenamente, el amor conyugal exige la permanencia. Cuando hay verdadera donación, no se puede retractar. Para los cristianos, por el sacramento del matrimonio, su amor conyugal se convierte en signo del amor absolutamente fiel que Dios tiene al hombre y que Jesús vive hacia su Iglesia.

Bienes:

1. La mutua fidelidad: Por tratarse de una donación completa, total, esta fidelidad es de corazón, de mente y de cuerpo.

2. Los hijos: son la “materialización, la concreción” del amor total y fecundo de los esposos.

3. El vínculo: es decir, la estabilidad de la relación, fruto de la unidad e indisolubilidad del amor conyugal.

LA UNION SEXUAL DE LOS ESPOSOS

Es la expresión más profunda y completa de amor conyugal, y por lo tanto, tiene los mismos fines del mismo:

El fin unitivo: expresión de la entrega total del don de sí mismo al otro y de la búsqueda de su bien.

La unión de los esposos debe ser para su propio bien, es decir, de ayuda mutua.

Es el empeño constante por desarrollar una auténtica comunidad de personas, para hacer frente a todas las eventualidades, vencer los innumerables obstáculos que surgen inevitablemente en el transcurso de toda existencia humana, por más afortunada que sea, y para construir la felicidad.

El placer de la unión sexual es un medio bueno y lícito para favorecer la unión de los esposos, pero no es el fin de la unión sexual.

El fin pro creativo: Expresión total, plena y generosa del amor fecundo.

Esto significa que dentro de la realización natural y normal (*) de la unión amorosa (es decir, que la eyaculación se lleve a cabo dentro de la vagina), los actos de amor, las caricias, cuando se aceptan de común acuerdo y en consideración a la “dignidad” de la persona humana, son perfectamente legítimos.
(*) Nota: natural-normal, se refiere a lo correspondiente exclusivamente a la Persona Humana, más allá de lo que pueda observarse en los ecosistemas naturales o biológicos, en animales o en sistema de vida inferiores…

En la procreación, el amor conyugal está al servicio de la vida. Cooperar con el amor de Dios Creador… Sin embargo vale acotar que, el fin procreativo del matrimonio, se cumple en cuanto a que todo matrimonio es fecundo, aunque no sea fértil, es decir, aunque la pareja no pueda tener hijos biológicos…, su ordenación a la voluntad de Dios, hará que su amor sea fecundo en múltiples aspectos…

El ejercicio de la sexualidad sólo es lícito dentro del matrimonio legítimo, respetando el plan que la Sabiduría divina manifiesta al hombre en los dos aspectos que encierra el acto conyugal (el aspecto unitivo y el procreativo) y en los ritmos biológicos de la sexualidad.

a) Apertura a la vida

Reconocer que uno de los fines del unión conyugal es la procreación. Los hijos no sólo forman parte de la familia, sino que son la “materialización o concreción” del amor profundo que se tienen los esposos.

Dios te hace partícipe de su poder creador. Colaboras a crear hombres/seres para la eternidad. El acto conyugal, hace a los esposos co-creadores con Dios, mostrando en cada criatura la nueva acción de Dios; es una historificación de Dios, un permitirle hacerse nuevamente presente en el mundo como creador.

b) Procreación responsable

Uso de la inteligencia y libertad para usar responsablemente la capacidad procreadora. (Responsabilidad de responder ante Dios del don que me ha dado).

Pueden existir razones válidas para posponer temporalmente un nuevo nacimiento, pero hay que juzgar con rectitud, evitando sobre todo el egoísmo.

c) Los criterios

-Análisis de los deberes con Dios, y con la familia.
-Procrear es comunicar la vida en plenitud: lo material, lo humano y lo espiritual.
-Análisis de las condiciones físicas, económicas, psicológicas y sociales.
-Uso de los medios morales para ejercer la procreación responsable, son los medios que respetan los fines del acto conyugal.

d) Aceptación del designio de Dios sobre mi matrimonio en cuanto a la fecundidad:

* El dueño de la vida es Dios, no el hombre.

* Los hijos son un don, no un derecho.

* Usar los medios morales para procurar la fecundidad. Son los medios que respetan la dignidad de las personas involucradas: los esposos y el hijo y los fines del acto conyugal.

* Aceptar la esterilidad si estos medios no la resuelven (pues el amor conyugar va más allá de lo fértil, es fecundo). Otras formas de fecundidad: la adopción, el dedicarse al apostolado, a la ayuda del prójimo, etc.


LAS REGLAS DE LA RELACIÓN SEXUAL

1. La entrega u obligación básica

El deseo de los esposos no puede ser sólo pensar en sí mismo, buscar el propio placer, desear al otro sólo para el goce personal.

Si el encuentro es realmente por amor, con madurez, con entrega total, será para buscar el bien del otro. Ambos, marido y mujer, se ofrecerán, se entregarán generosamente para la felicidad del otro.

Podemos ver con claridad las dos posturas. La primera intenta aprisionar al cónyuge, convertirlo en cosa propia, servirse de él.

Es la negación del amor y la culminación de la egolatría. La segunda, por el contrario, se centra en el otro, quiere darse al amado, ofrecerse a él, ir a su encuentro con el propósito de que en la unión, pueda encontrar la alegría y, en la paz de su carne, logre la paz en su corazón.

Salir al encuentro del otro. Buscarlo para entregarse a él. Buscar su bien, su felicidad.

2. El dominio de sí

Recordemos que la tendencia sexual del hombre ha de ser gobernada por su inteligencia y por su voluntad. Debe estar sometida al servicio del hombre y no éste al servicio de la primera. El hombre dueño de sí mismo, amo y señor de todo su ser. Por tanto, la sexualidad y el placer inherente a la misma no han de ofuscar a la inteligencia y no han de descarriarse lejos de la voluntad.

Amar es, ante todo, un acto de la voluntad. El encuentro sexual es una entrega generosa al otro. La pareja no se perderá en el egoísmo, únicamente cuando ambos sean dueños de sí mismos.

La disciplina interior de cada uno se impone aquí, so pena del fracaso más lamentable.

De esta forma, la regla se podrá establecer así:

Para tratar al cónyuge con justicia y con amor, se debe adquirir un sólido dominio de sí mismo, puesto que sólo este dominio hace posible la unión generosa y de entrega mutua.

3. El contenido interior

El dominio de sí es además, el único medio que posibilita que la unión sea una comunicación de amor, más bien que una explosión de placer. Lo que es más importante en el encuentro sexual no es el placer que pasa, sino el amor que lo prepara y permanece.

Los gestos exteriores son solamente la expresión corporal de una realidad interior: el amor, la entrega total, la unión. Si no hay amor detrás de cada uno de los gestos, éstos carecerán de sentido. Una mirada, una sonrisa, una caricia, si no son inspirados por el amor, no son nada. La verdad del amor es la que reviste a cada uno de ellos.

4. La ternura

He aquí una de las reglas más preciosas para la vida matrimonial: la ternura.

La podremos definir como: La delicadeza del corazón que se traduce en la delicadeza del gesto.

Para quienes se aman verdaderamente, además de la tendencia sexual existe la ternura.

Nace con espontaneidad del ser entero de los amantes; es el amor que se convierte en caricia, mirada, beso, en la más plena y total gratuidad, sin pedir nada a cambio. El gesto interno, en suma, es aquel que nada pide, nada solicita y que, por ello, lo significa todo. El amor es el reino de lo gratuito. Te doy porque te amo, no porque espero nada a cambio. por ello, donde florezca el amor, como la flor en el tallo, florecerá también la ternura. ¡Cuán importante es cultivarla! Es el perfume que otorga su aroma a la trivialidad de lo cotidiano. Son esos mil pequeños detalles de los que se alimenta el amor.

5. Los gestos del amor

La gratuidad y la ternura han de transportarse a la propia unión sexual. Ahí se revelarán de la mayor importancia, pues prepararán y seguirán a la unión, en el transcurso de los actos preparativos y posteriores a dicha unión.

La gratuidad que debe impregnar los gestos de ternura ha de extenderse a estas dos fases, una preliminar y la otra consecutiva, en el momento de la comunión sexual.

Recordemos lo que la Constitución Gaudium et Spes nos sigue diciendo:

Este amor (el amor conyugal) tiene su manera propia de expresarse y de realizarse. En consecuencia los actos con los que los esposos se unen íntima y castamente entre sí, son honestos y dignos, y, ejecutados de manera verdaderamente humana, significan y favorecen el don recíproco con que se enriquecen mutuamente en un clima de gozosa gratitud. Este amor, ratificado por el mutuo compromiso y sobre todo por el sacramento de Cristo, resulta indisolublemente fiel, en cuerpo y espíritu, en la prosperidad y en la adversidad, y, por tanto queda excluido de él todo adulterio y divorcio (GS, 49).

De aquí, que los límites de los gestos de amor conyugal sean los siguientes:

1. La dignidad mutua del matrimonio y su espontaneidad amorosa.

2. Dentro de la realización natural y normal de la unión amorosa (que la eyaculación se lleve a cabo dentro de la vagina), los actos de amor, las caricias, cuando se aceptan de común acuerdo y en atención a la dignidad de la persona humana, son perfectamente legítimos.
Nota: Hay que advertir que la seudo especialidad médica conocida como Sexología, parte de una postura ideológica que ordena a ésta, el campo de la ciencia que investiga la sexualidad humana, restándole objetividad y desvinculándola de la verdadera antropología humana, por lo que promueve practicas contrarias a la dignidad de la persona…Un matrimonio cristiano, de tener necesidad de orientación a este respecto, deberá buscar a un profesional que comparta sus principios.

LA CASTIDAD

La castidad es la virtud que defiende al amor de los peligros del egoísmo y de la agresividad, y lo promueve hacia su realización plena.

La castidad integra la sexualidad de la persona en la unidad interior del hombre en su ser corporal y espiritual.

Ser casto o casta, es lograr que toda nuestra persona: inteligencia, voluntad, afectos y cuerpo estén regidos por nosotros mismos.

La persona casta siente los impulsos de su tendencia sexual y los controla (no los reprime, los sublima), promueve el amor a su cónyuge manifestándoselo de muy variadas maneras y es dueña de todo su ser.

Para ser castos se requiere: conocerse a si mismo, aceptarse, superarse, practicar las virtudes morales y pedir a Dios la ayuda sobrenatural para lograr la plena integración de todas nuestras facultades, a través de la participación en los sacramentos y la oración.
Debe haber castidad en el matrimonio, pues los esposos se deben “completa” fidelidad y amor uno al otro. Lo cual exige el dominio de los sentidos de cada uno, para afrontar la degradación actual de la sociedad, que muchas veces no respeta la condición de casados, sometiendo a los cónyuges a tentaciones frecuentes…


“No hay duda de que entre estas condiciones se deben incluir la constancia y la paciencia, la humildad y la fortaleza de ánimo, la confianza filial en Dios y en su gracia, el recurso frecuente a la oración y a los sacramentos de la Eucaristía y de la reconciliación. Confortados así, los esposos cristianos podrán mantener viva la conciencia de la influencia singular que la gracia del sacramento del matrimonio ejerce sobre todas las realidades de la vida conyugal, y por consiguiente también sobre su sexualidad: El don del Espíritu, acogido y correspondido por los esposos, les ayuda a vivir la sexualidad humana según el plan de Dios como signo del amor unitivo y fecundo de Cristo por su Iglesia...” Familiaris Consortio número 33 párrafo sexto

Autores: Francisco Castañera y Francisco Antillón

martes, 27 de noviembre de 2007

Un Gran Concierto Vital; el Amor de la Pareja

DESCUBRAMOS AL NOVIO(A) QUE LLEVAMOS DENTRO, AQUELLAS CITAS, AYUNAS DE NADIE MAS...

Sabemos todos que comunicar es algo más que hablar y escuchar. En el trato humano, comunicarse es, en primer término y por encima de todo, medio insustituible para alcanzar la verdad. Es clave para resolver los problemas que se puedan plantear, en las diversísimas circunstancias personales y de relación.

Hablar y avenirse es, por lo que respecta a la familia, un precioso instrumento para facilitar el amor, haciendo partícipes a los más próximos de los propios sentimientos, de las propias necesidades, alegrías, expectativas y esperanzas.

Somos conscientes de que, para robustecer y progresar en la convivencia diaria se precisa una cierta sintonía. Pues bien, para entendernos hemos de asegurar dos asuntos. Por un lado, “querer-buscar” un conocimiento efectivo de la realidad, saber de las cosas tal como son. Y de otra parte, un respetuoso reconocimiento de la dignidad de las demás personas, por encima de prejuicios y particularismos.

Ocurre que ahora, sólo lo automático, lo rápido, lo inmediato es lo considerado bueno. Pero, no olvidemos que en la comunicación familiar y entre personas que se aprecien, existe una lógica de tiempo y espacio que nos lleva mucho más lejos. Hemos de aprender a saber esperar la reflexión, dar tiempo a una respuesta, a una mejora, a una decisión libre y responsable. Eso, aunque sea sobre algún pequeño asunto, es entrenamiento de convivencia, es ternura y cálida presencia.

Es así que surge, más encendida que nunca, la necesidad de poner en gran valor el trabajo del hogar y la familia, de esmerarnos en un reparto de tareas prudente y generoso, de evitar estereotipos machistas y también feministas. Amar adelantándose a lo que necesite el otro, comprender sus diferencias, quererlo o quererla en su integridad.

Por ejemplo, si una esposa comprende la falta de orden material del marido significa que le ayudará a mejorar, se lo dice, tiene paciencia e incluso sonríe al ver los esfuerzos que él hace. Idéntica actitud ante el desarrollo de virtudes en los hijos, facilitará en ellos la mejora real, espontánea, agradable, deportiva; con esfuerzo, por supuesto.

En el itinerario del amor es seguro que aparecen dificultades. Puede ocurrir que alguien pase temporadas de especiales complicaciones de salud, anímicas, laborales, etcétera. Pero, como el amor de verdad está centrado en la persona del otro, no nos puede ser ajeno cualquier asunto que le afecte, poco o mucho, a esa otra persona.

-El Peligro de la Dejadez:

La verdad que ha de haber en el amor, se convierte en mentira si hay dejadez para saber cómo se encuentra él o ella; si nos desentendemos de cómo interpreta las acciones o datos que recibe por nuestra parte. Afinar en la compenetración del “equipo” es ocupación diaria. Y en ocasiones, tal vez precise esfuerzos extras para evitar fijaciones y susceptibilidades.

También es verdad que, en ciertos momentos y circunstancias, algún desconsuelo o alguna ausencia nos van a resultar impulso de buena reflexión. Nos motivarán para retomar, con un tierno guiño, el amor y la esperanza compartidos.

No dudemos que se puede, y se debe, encontrar caminos para enamorarse otra vez de la propia esposa o esposo. Urge abrir vías de comunicación. Es verdad que hay períodos de sequedad sentimental pero, precisamente éstos son los que hacen más maduro al amor, pues vamos a trabajar mejor los sentimientos y las pasiones. Así, la razón nos atrae para querer más y más, con toda la persona, cuerpo, afectos y voluntad.

Pero, en todo caso, descubramos al novio o novia que todos llevamos dentro. Cultivemos nuevamente aquellas largas citas, ayunas de nadie más. Eso nos facilitará ser más hombres y mujeres, para después ser mejores padres, madres, esposas y esposos.

-No es un Momento, es un Proceso:

Por otra parte, vale la pena recordar que el amor matrimonial no es un momento, un hecho estático en la vida de las personas. Es un estado en desarrollo, que evoluciona. Tan es así, que el verdadero amor es creciente. El tiempo que vaya transcurriendo y las pruebas por las que pase el amor, consiguen acrisolarlo, hacerlo más limpio y elevado. Es un amor enamorado, incluso con estupendas pasiones, amor entero.

La relación de pareja se refuerza superando y canalizando las tensiones, perdonando y aprendiendo a perdonar. Para ello, es imprescindible establecer hábitos estables de trato sincero. Facilitemos que nuestro cónyuge nos explique su opinión, sus inquietudes, que los problemas que puedan aparecer sean objeto de estudio, no de discusión, que nos adelantemos a cambiar o rectificar. Eso es un buen punto de partida para la rectificación del esposo o la esposa. Y siempre, el olvido de sí y la amorosa aceptación del otro.

Dios quiera que, cada día, todos aprendamos un poco más a avenirnos. Y que, de las tensiones, como de los buenos instrumentos musicales, saquemos estupenda armonía.

Emili Avilés Cutillas
Forumlibertas, 26/11/2007

viernes, 16 de noviembre de 2007

HABLANDO SOBRE PLANIFICACIÓN FAMILIAR

Una forma de realización a plenitud, para el hombre y la mujer, es la entrega generosa que de sí mismos hacen en el matrimonio, y al unirse en el acto conyugal, en el cual, además, son capaces de transmitir la vida.

Unión y capacidad reproductora son, pues, dos aspectos inseparables del acto conyugal. No pueden ser moralmente aceptados como buenos los métodos de planificación de la familia que, como los artificiales, interfieren de diferentes formas entre ambos aspectos y con ello actúan contra la naturaleza misma del acto conyugal.

Sin embargo, hay situaciones en las cuales se hace necesario planificar la llegada de los hijos, colocándose siempre, claro está, bajo la voluntad de Dios. En atención a ello, debéis saber que existen otras formas de llevar a cabo la planificación de la familia ejerciendo la paternidad de manera responsable. Los últimos treinta años, el desarrollo científico ha hecho posible conocer profundamente la naturaleza de la mujer y también poder emplearla para conseguir o espaciar los embarazos (cuando existen razones serias), al poder identificar los momentos fértiles de su ciclo. Se trata de los “métodos naturales de planificación de la familia”.

Los distintos métodos naturales que hoy existen para espaciar los embarazos:
• ofrecen un alto índice de seguridad
• no dependen de que el ciclo femenino sea regular
• son fáciles de aprender
• contribuyen a la comunicación en el matrimonio
• no tienen efectos perjudiciales

PRINCIPALES METODOS NATURALES
-El Método Sintotérmico no es un método como tal, sino la combinación de varios métodos pues combina el cálculo pre-ovular de Ogino, los cambios del moco cervical del Método de Billings, el registro de la Temperatura Basal, la autopalpación del cuello y el dolor intermenstrual de la ovulación. Pudiéndose utilizar la combinación de todos estos métodos o solo algunos de ellos. Cuando se desea posponer el embarazo, se practica la abstinencia ante el primero de los signos o cálculos de fertilidad que aparezca en la mujer, y luego se termina la abstinencia, el último día del último método. Después de aprendido, es muy fácil.
-El Método de la Ovulación ó Método Billings es un sistema natural y gratuito de regulación de la fertilidad basado en la determinación, por parte de la propia mujer, de las fases fértiles o infértiles de su ciclo menstrual, reconocidas por la observación diaria del moco cervical recogido a la entrada de la vagina. Este método consiste en que cada día la mujer lleva un gráfico donde anota los cambios que observa en el moco cervical. Con este método la mujer debe pasar papel sanitario por el introito vaginal antes y después de realizar sus necesidades y observar si encuentra o no moco así como sus características. Es un método muy seguro pero debe enseñarse por personal calificado y, al menos, durante tres ciclos.
-El Método de la Temperatura Basal tiene como fundamento el aumento de la temperatura que la progesterona provoca en la mujer. Esta hormona comienza a circular en la segunda fase del ciclo menstrual o sea, una vez que el folículo se ha convertido en el cuerpo lúteo, después de producirse la ovulación. Cuando a una mujer le sube la temperatura es señal que ha ovulado. Regularmente la temperatura sube 2 décimas de grado Centígrado, o 4 Farenheit. Para llevar el registro hay que tomar todos los días la temperatura basal con el mismo termómetro en las mismas condiciones y a la misma hora, después de al menos dos horas de reposo. Para posponer el embarazo por el Método de la Temperatura Basal debe guardarse abstinencia sexual desde la menstruación hasta tres días después de que se produce el aumento de la temperatura (2gC ó 4gF) por encima de los seis días anteriores, es la llamada regla de 3/6. Este método tiene una seguridad del 99% pero requiere de una abstinencia muy prolongada.
-El Método de la Autopalpación Cervical se basa en que el cuello uterino sufre variaciones en sus características según el momento del ciclo menstrual por las influencias hormonales. Cuando la mujer es fértil el cuello está alto, blando y con el orificio central entreabierto, mientras que en la fase infértil el cuello está bajo, encontrándosele muy fácilmente al introducir los dedos en la vagina, y es duro, con el orificio externo cerrado.

Existen otros métodos que también son naturales, pues se basan en la determinación de los momentos fértiles o infértiles para que la pareja utilice su paternidad de manera responsable, pero que no son gratuitos, ya que para la determinación de los momentos fértiles o infértiles utilizan accesorios o equipos creados por el hombre y que con frecuencia resultan costosos, como son:
-Método Persona (www. metodopersona.com). Muy práctico y eficiente.
-Los microscopios de bolsillo: La estructura microscópica de la saliva y el mucus cervical varían si la mujer es fértil o no. Observando en estos equipos la saliva y/o el moco cervical con un entrenamiento muy sencillo, las parejas pueden determinar si la mujer es fértil o no. Existen de diferentes marcas, siendo los más conocidos el Ovulator y el PG-53.
-Los Métodos Monoclonales son muy sencillos en su utilización. Consisten en hacer una prueba en orina buscando la presencia de la hormona luteinizante que, aunque siempre está presente, tiene un aumento brusco de 24 a 36 horas antes de la ovulación. El fundamento es un Test de Elisa basado en anticuerpos monoclonales que utiliza una técnica de tiras reactivas impregnadas, cuando la hormona luteinizante está baja la tira se mantiene blanca al ponerse en contacto con la orina, pero cuando la luteinizante está alta, lo que ocurre cuando la mujer es fértil, la tira se pone azul, por lo que lleva el nombre de Bluetest. Existen otros similares pero con productos en gotas en lugar de tiras impregnadas.
-El Bioself es un pequeño aparato que tiene un termómetro electrónico y un microordenador que mide, registra y analiza la temperatura basal y, por medio de señales de luz, indica el estado de la fertilidad.
-El Sofía es un pequeño equipo computarizado que, introduciéndole los datos de temperatura y mucus cervical, es capaz de dar datos sobre la fertilidad.

La Declaración Final de la Reunión Mundial de Expertos en Métodos Naturales de Planificación Familiar reafirma la importancia de dichos métodos cuando afirma lo siguiente:
• "Durante los últimos sesenta años, el estudio de los síntomas que acompañan el ciclo de la fertilidad de la mujer ha modificado sensiblemente el distanciamiento de los nacimientos. Los métodos modernos constituyen modos seguros y precisos para conseguir el embarazo o postergarlo. Los métodos naturales se apoyan en una sólida base científica.
• "La salud de las madres y de los niños mejora con el distanciamiento natural de los nacimientos, y no comporta daño alguno ni a la madre ni al niño. Los métodos naturales no hacen daño a la salud de los cónyuges.
• "La libertad y los derechos de la mujer o del marido son respetados por medio de estos métodos, que se centran en la mujer y en la integridad de su cuerpo.
• "Los métodos naturales desarrollan una relación interpersonal más profunda entre los esposos, basada en la comunicación, las decisiones compartidas y el respeto recíproco, fortalecen el matrimonio y, por tanto, la vida familiar."

Conozca los Efectos Dañinos de los Métodos Artificiales de Planificación de la Familia:
Hoy en día se conoce una amplia variedad de métodos de planificación de la familia, pero no todos los métodos son anticonceptivos como muchos equivocadamente creen.
Anticonceptivos serán sólo aquellos métodos que impidan el encuentro del espermatozoide con el óvulo. Aún así, los que verdaderamente actúan como anticonceptivos tampoco son beneficiosos.
La concepción o fecundación se produce en el instante mismo en que el espermatozoide penetra al óvulo, a partir del cual no cabe duda alguna de que existe una nueva vida humana.

Los anticonceptivos:
-Los preservativos y diafragmas colocan barreras para bloquear el camino al espermatozoide, interfiriendo así con el proceso natural de la procreación. Pero éstos, además de que pueden resultar incómodos, pueden fallar, producir frustración en la relación sexual, afectar la sensibilidad y causar infecciones, alergias al látex o lesiones locales.
-La esterilización consiste en diversas técnicas operatorias por las cuales se ligan, queman o cortan los conductos deferentes del hombre (vasectomía) o las trompas de la mujer (salpingectomía), que son los conductos necesarios para el tránsito del espermatozoide al encuentro del óvulo. Efectos dañinos: En algunos casos, ponen en peligro la vida de la mujer, debido a la posibilidad de un embarazo extrauterino. Generalmente estas técnicas son irreversibles y ésto puede causar futuros desajustes emocionales en la mujer y la pareja, si se cambia de opinión y luego se desea un embarazo. Además, tienen los riesgos de toda intervención quirúrgica, desde las reacciones anestésicas, hemorragias, infecciones y otras, hasta la muerte.
-Los espermaticidas. También resultan anticonceptivos los espermaticidas que son productos químicos con diferentes formas de presentación, como las jaleas, las cremas y los supositorios, que actúan sobre la vagina y el cuello del útero para impedir el paso del espermatozoide y, fundamentalmente, matarlo. Efectos dañinos: Su uso puede causar molestias e inflamaciones o infecciones, y puede ocurrir que sólo dañen al espermatozoide sin llegar a destruirlo, causando así el nacimiento de niños malformados.

Los falsos anticonceptivos:
-Los dispositivos intrauterinos (DIU), tales como el ASA, la T de cobre y el Anillo, son cuerpos extraños de diferentes materiales que se introducen en el útero para evitar la procreación. Actúan química y mecánicamente, para impedir que el óvulo ya fecundado se pueda anidar en el útero. Es decir, son antimplantatorios y, por tanto, abortivos. Efectos abortivos: Aceleran el transporte del óvulo fecundado (o sea de una vida humana recién comenzada), a través de la trompa, por lo que al llegar al útero éste no está capacitado para recibirlo y lo aborta2; producen destrucción por lisis del blastocisto (el ser humano en sus primeras etapas de desarrollo)1; desplazan mecánicamente del endometrio (la capa que recubre internamente al útero) al blastocisto ya implantado;1,3,9 impiden la implantación debido a la respuesta inflamatoria al cuerpo extraño que se produce en el endometrio;3,9 y alteran el proceso de maduración y proliferación del endometrio afectando la implantación. Efectos dañinos: Es verdad que a veces los efectos abortivos de los DIUs pueden fallar y el embarazo continúa. Sin embargo, estos dispositivos también tienen efectos secundarios dañinos para la mujer. Pueden causar crisis vagales (desmayos de causa orgánica) al ser introducidos en el útero; pequeñas heridas e infecciones en el cuello del útero cuando se está colocando el DIU; e infecciones en el tractus reproductor que pueden llevar al flujo infeccioso, a la obstrucción tubaria y a la esterilidad. En algunas ocasiones, estas infecciones pueden ser tan graves que llevan al shock séptico y a la muerte. También pueden causar incrustaciones y perforaciones cervicales, así como perforaciones del útero que llevan a una operación con todos sus riesgos y a una posible esterilidad; sangramientos intermenstruales y menstruaciones muy abundantes que pueden causar anemia y déficit de hierro; y embarazos ectópicos, que al romperse llevan a la hemorragia interna y a la muerte, si no se interviene quirúgicamente a tiempo.
-Los anticonceptivos orales o píldoras son tabletas que contienen hormonas, las cuales pueden tener efectos variados en la mujer, ya sea alterando el ciclo menstrual femenino o impidiendo que se produzca la ovulación. Además, causan cambios en la mucosidad que se produce en el cuello del útero, de modo tal, que ésta ocluye dicho orificio e impide el paso a los espermatozoides, teniendo en ambos casos un efecto anticonceptivo. Efectos abortivos: También actúan produciendo cambios en el endometrio uterino que impiden que el óvulo ya fecundado se anide, siendo este efecto antimplantatorio y abortivo. Es imposible determinar cuándo lo hace de una u otra forma en una misma mujer, cosa que puede suceder. Los estrógenos producen hipermotilidad de la trompa y los progestágenos hipomotilidad, por lo que al llegar el óvulo fecundado (la nueva vida humana) demasiado tarde o demasiado temprano al útero, el endometrio no está preparado adecuadamente para implantarse. Efectos dañinos: Las píldoras y los demás anticonceptivos hormonales pueden causar también embarazos ectópicos, esterilidad por atrofia ovárica, trastornos psíquicos, trastornos circulatorios y de la coagulación de la sangre que causan accidentes trombóticos cerebrovasculares, coronarios, de extremidades, oculares, embolias e infartos en diferentes órganos y que pueden llevar a la muerte. Además pueden causar manchas oscuras en la piel (cloasma), enfermedades del hígado (hepatopatías), nódulos y cáncer de mama, dolores de cabeza (cefáleas), aumento de los lípidos en la sangre, especialmente de los triglicéridos, aumento de peso, ectopias de cuello uterino que predisponen a la inflamación del cuello del útero (cervicitis), envejecimiento del cuello uterino que lleva a la infertilidad, agravamiento de la hipertensión arterial, trastornos menstruales y trastornos en el sistema inmunológico, por lo que quien las toma es más propensa a adquirir varicela y enfermedades de transmisión sexual.
Los implantes como el Norplant y los inyectables como la Depo-Provera, tienen el mismo mecanismo de acción abortiva que la píldora. Tanto el uno como el otro tienen sólo progestágenos.
-El Norplant, además de todos los efectos secundarios antes citados, tiene los riesgos de una cirugía menor, a la que tiene que someterse la mujer para implantárselo, y sobre todo las complicaciones de cuando se retira, operación que resulta siempre muy trabajosa. Por otro lado, el uso del Norplant manipula a la mujer durante un tiempo muy prolongado.
-El Depo-Provera acelera el desarrollo de cánceres al igual que las píldoras. Un gran número de mujeres vietnamitas, refugiadas en Hong Kong, han sufrido grandes efectos colaterales como resultado de estos inyectables.
Anticonceptivos post-coito
Los "anticonceptivos post-coito" o “píldoras del día después” constituyen una forma de "evitar" la procreación basada en la falsa teoría de que el embarazo comienza con la implantación y no con la fecundación. Esta idea errónea es la que les da el nombre de "anticonceptivos de emergencia" o "post-coito", cuando en realidad se trata de abortivos. Para lograr su objetivo utilizan diferentes métodos, tales como el dispositivo intrauterino (DIU) y ciertas dosis de la píldora abortiva RU 486 y de la misma píldora anticonceptiva durante cierto tiempo después del acto sexual.

OBSERVACIONES GENERALES
En todos estos métodos generalmente lo que se busca es evitar la implantación del óvulo ya fecundado, por lo que son métodos abortivos.
El aborto jamás puede considerarse un método de planificación de la familia y mucho menos un anticonceptivo, pues el aborto consiste en extraer del útero al niño ya concebido en etapas tempranas o tardías de su desarrollo, haciendo uso de diferentes formas de violencia.
El aborto puede ocasionar graves daños físicos y psicológicos en la mujer, aparte de privar de la vida a un pequeño ser humano vivo, inocente e indefenso.

Fuente: Human Life International

viernes, 26 de octubre de 2007

Consejos fotográficos para el día de la boda

Encontré este blog de fotografía que os puede interesar para aconsejar a los invitados a la boda.

http://videoimagen.blogspot.com/2007/10/como-fotografiar-en-bodas.html

miércoles, 24 de octubre de 2007

YOU DON´T BRING ME FLOWERS

En ciertos matrimonios, el esposo, absorbido por su trabajo y demás ocupaciones, olvida tener “detalles” para con su esposa, los cuales son parte del alimento que necesita el amor para crecer… Algo de esos anhelos refleja esta canción de Neil Diamond, que interpreta con Barbra Streisand: “YOU DON´T BRING ME FLOWERS”



Tú, ya no me traes flores,
no me cantas canciones de amor,
apenas me hablas cuando atraviesas la puerta al final del día.

Recuerdo cuando no podías esperar para amarme,
odiabas dejarme.
Ahora, después de amarme tarde en la noche…, y quedas satisfecho,
te das la vuelta y apagas la luz…

Antes era algo tan natural hablar del “para siempre”,
ahora el “antes” ya no cuenta más…

Baby, recuerda todas las cosas que me enseñaste:
aprendí a reír, aprendía a llorar…,
bueno, aprendí a amar…,
pero piensa que podría aprender también, a decirte adiós…,
porque ya no me traes flores.

domingo, 7 de octubre de 2007

Una boda curiosa,

Realizan boda en un barril de sidra

ESPAÑA(EL PAÍS)
Cada vez más, los novios españoles buscan la originalidad a la hora de contraer matrimonio. Bodas medievales, a lo hippy en Ibiza o por el rito balinés. Ayer, dos jóvenes de la localidad asturiana de Villaviciosa contrajeron matrimonio dentro de un tonel de sidra. Los novios, los padrinos y el oficiante se metieron en una cuba con capacidad para albergar 20.000 litros y allí se dijeron el "sí quiero".Los novios, los padrinos y el oficiante se metieron en una cuba de 20.000 litros, en Villaviciosa.Las decenas de invitados a la ceremonia tuvieron que seguir al enlace a través de una gran pantalla instalada fuera del tonel. Los poco más de tres metros de diámetro del interior de esta cuba de madera de castaño, especialmente lustrado para la ocasión, sirvieron de escenario para que Guti, un conocido chigrero (palabra en asturiano referida al que sirve sidra) de Villaviciosa, y su novia Nita se dieran el "sí quiero".La pareja tuvo que acceder al interior del tonel a través de una pequeña portilla de unos 30 centímetros de diámetro, lo que creó algunas dificultades a la novia, obstaculizada por la cola del vestido.Tras la ceremonia, la pareja tampoco fue recibida con la tradicional lluvia de arroz, sino por otra de corchos de botellas de sidra, bebida que sirvió también para el primer brindis, mientras sonaban los sonidos de las gaitas de la banda de Villaviciosa.

sábado, 6 de octubre de 2007

UN AMOR MUSICAL...

Se llamaba Clara, talentosa pianista desde niña, fue discípula de su padre, Friedrich Wieck, importante maestro de ese arte. Cuando contaba 11 años, llego a vivir a su casa un joven estudiante de música de 19 años llamado Robert.

Clara era muy madura para su edad, ya daba recitales y hacía giras. Sobre el marfil del teclado, poco a poco, las manos de Clara y Robert unieron inocentes complicidades, mientras surgía una amistad que mantuvieron a lo largo de los años, por los viajes de ella y más tarde la partida de él, por medio de una nutrida correspondencia.

Al pasar el tiempo, Robert fue sintiendo que con Clara, convertida ya en una hermosa señorita, la vida podía alcanzar el máximo valor poético, sumando además, su otra gran pasión compartida con ella, la música…, y se fue enamorando de la joven, sentimiento que fue correspondido.

Al enterarse el padre, se opone a la relación, porque aunque estimaba a Robert no podía dejar de considerar junto a sus cualidades, sus debilidades. No es sólo este siglo XXI el que le presenta “espejismos” a la juventud, también los hubo en el pasado, en plena moda romántica decimonónica, la vida bohemia se exaltaba como ideal, la embriaguez, el dejarse llevar por las pasiones desvinculándolas de la razón, las aventuras amorosas, el vivir el hoy sin preocuparse por el mañana…, muchos siguieron la flauta de Hamelin y pagaron la consecuencia… Robert fue victima de todo ello…

Pero joven todavía y descubriendo el verdadero amor, decide cambiar y entregarse a él fielmente y a su música, y pide la mano de la chica, pero el padre no accede. Deseando casarse, tenían dos opciones, esperar a que ella cumpliera la mayoría de edad a los 21, o recurrir a los tribunales, hicieron lo segundo y se casaron al cumplir la chica los 20 años.

Como ejemplo de los “detalles” que siempre debe haber entre toda pareja, tenemos que Robert publicó en secreto las canciones que compuso durante el primer año de matrimonio y se las regaló a su esposa.

En cuanto al segundo gran amor de Robert, la música, se inició como concertista, pero un exceso de ejercitación le paralizó un dedo de la mano derecha, obligándolo a dejar el piano y concentrándolo, por fortuna, en la composición musical y en la enseñanza. Dejó una maravillosa obra, tumultuosa e independiente en la juventud, y más clásica en la madurez. Con ella expresó la profundidad del sentimiento y el brillo fugaz de la poesía, saliéndose de los esquemas establecidos con indudable originalidad. Este amante esposo y gran músico se llamó Robert Alexander Schumann, uno de los grandes maestros alemanes de todos los tiempos.

Los esposos Robert y Clara, como muchos artistas, padecieron épocas de estrechez monetaria, pero más fueron los momentos sublimes, los cuales plasmaron, por separado, en un diario que él le regalo a ella el día después de la boda, y que llevaron los dos en común durante años… Robert escribía de noche y Clara de día, allí escribieron sus dolores, alegrías, hechos cotidianos y recetas de cocina, el murió primero, y ella continuó escribiendo este singular diario. Como ejemplo, leemos allí, lo siguiente: “Llega una larga gira de conciertos. Esta vez la separación fue penosa y ansío el perfume de su piel y de su cocina. ¡Cuánto la amo! Estoy deseando verla, oírla, tocarla, olerla. Tal vez me sorprenda con una nueva canción, de esas que tanto admiro…”. En esta oportunidad, para el regreso de Robert, Clara se recluyó en la cocina para prepararle unas perdices estofadas en vino tinto, como sólo ella sabía cocinar en toda Alemania, según su esposo.

Clara componía música, y cada solsticio le escribió a su Robert una pieza, aún después de que este había fallecido.

Se amaron profundamente… Compartieron vida y obra… Robert la animaba en su profesión y ella a él… No tuvieron rivalidades… Estudiaban juntos, comentaban, opinaban sobre lo que ambos hacían… Leían también similar literatura.

El hogar, marido e hijos (tuvieron 8), no impidió el triunfo profesional de Clara como concertista de piano y compositora, pues supo organizarse bien. A partir de los 15 años, y durante toda su vida, se cuenta entre los más importantes intérpretes de piano del siglo XIX junto a Liszt y Thalberg.

Eran humanos y no faltaron las fricciones, Robert, en ocasiones, se molestaba por las giras de Clara, incluso acompañándola tuvo que aprender a comprender y respetar las actividades de la esposa. Asimismo, Clara tuvo que armarse de paciencia para sobrellevar los trastornos psicológicos de Robert, quien se piensa tuvo “bipolaridad”, además de una enfermedad física adquirida en su primera juventud, que minó poco a poco su organismo… Al final de su vida (tenía apenas 46 años), su amante esposa, amigos y antiguos alumnos, lo acompañaron en aquellos últimos momentos en la casa de reposo donde hubo de recluirse. Murió en los brazos de ella, el hombre que no apostó a ser exitoso (aunque lo fue y mucho), sino a querer profundamente a su mujer…

Fue Clara quien más tarde, recopiló pacientemente toda la obra de Schumann que abarcó 35 volúmenes (destacándose sus bellísimas composiciones para piano y de música de cámara).

La última página del “diario” conyugal, esta fechada el día antes de la muerte de Clara (40 años después de la de su esposo). Con trazo suave escribió: “Allá voy”. En sus momentos finales, su nieto Ferdinand interpretó para ella una obra de Robert, y escuchándola, murió…

sábado, 15 de septiembre de 2007

Amor, Noviazgo y Responsabilidad

-Si todos lo hacen, si no causamos daño a nadie, si con la píldora o el preservativo podemos evitar un embarazo, ¿para qué esperar? ¿por qué no cerciorarnos -antes del matrimonio- si nos vamos a complementar en aspecto tan importante como el sexual?

La respuesta más inmediata a la anterior interrogante está en el reconocimiento de nuestra “altísima dignidad”, y la conducta que ésta implica para ser felices, pues nadie lo será realmente si actúa por debajo de la naturaleza humana dispuesta por el Creador....
Fuimos creados por amor…, ese amor de Dios que ama a cada uno por si mismo y que ubica a la humanidad por encima de toda la creación…, con un maravilloso destino, y es que al final de nuestros días, de habernos esforzado en vivir según la dignidad de hijos de Dios, estaremos con El para siempre, en eterna y absoluta felicidad.
Los Santos Evangelios, proclamados e interpretados por la Iglesia a la luz del Espíritu Santo, nos muestran la conducta propia de tan alta dignidad…, un camino que requiere reiterados esfuerzos para superar nuestras debilidades, no exento de caídas, pero también con la gracia de sentirnos acompañados y fortalecidos por Jesucristo, quien nos ayuda a levantarnos y a seguir adelante con la esperanza de alcanzar la “meta”. Nuestra vida es una prueba que mide nuestra capacidad de Amar realmente.
En la vida, debemos aprender a desear lo que se debe, es un ejercicio necesario de nuestro carácter…, asimismo a dominar nuestros instintos y deseos en atención a un bien superior…, por sublimación…, es decir, por ponernos a la altura propia de nuestra dignidad…, por amar como nuestro Creador dispuso que lo hiciéramos, de la forma más perfecta.
El amor entre un hombre y una mujer crece por etapas, el noviazgo es la primera de ellas, en el nos vamos conociendo e integrando espiritualmente, luego viene el matrimonio, que con la bendición de Dios, vuelve el amor “fecundo” e integra el alma y el cuerpo del hombre y de la mujer para hacerlos una sola carne y colaboradores directos en el Divino proyecto creador que no termina aún… Es en este contexto donde debe desarrollarse la intimidad sexual de la pareja…

La virginidad (virtud más perfecta) y la castidad, como sublimes formas de vida antes del matrimonio…, y por AMOR…, son valores o virtudes eternas, inherentes a la dignidad de la persona humana…, esto es así, sin importar lo que diga nuestra decadente sociedad al respecto…

Para un católico bien formado, las relaciones prematrimoniales no tienen sentido como fin en si mismas… Quizás haya quien tenga algún momento de debilidad durante el noviazgo, pero buscará retomar el camino y evitar nuevas ocasiones de faltar al ideal, honrando la propia dignidad, amor a Dios y a la novia(o)…

En cuanto a aquella interrogante superficial: “que si la pareja necesita comprobar si se complementa sexualmente o no, para establecerse en matrimonio…” La alta incidencia de separaciones (en muchos casos en malos términos), de parejas de “expertos” amantes…, parece afirmar que dicha complementariedad sexual no garantiza un buen matrimonio… Y es que dentro de la conyugalidad, la llamada “complementariedad sexual” se adquiere con el proceso de maduración del amor a lo largo del tiempo, del ejercicio de la intimidad de los esposos, de la entrega de sí con la voluntad generosa de hacer feliz al otro(a)…

Las causas del "boom" de las relaciones sexuales prematrimoniales -según las encuestas el 70 % de las parejas van al matrimonio habiéndolas tenido- hemos de buscarlas en la crisis familiar, en la cultura del anticonceptivo y en la hipersexualidad dominante.

La Iglesia las desaconseja, ciertamente…, en primer lugar, porque no forman parte de lo dispuesto por Dios para el digno comportamiento de sus hijos y su felicidad, como se menciona anteriormente.

Las relaciones sexuales prematrimoniales no son malas porque las prohíba la Iglesia, sino que la Iglesia las descarta porque han demostrado su inconveniencia. He aquí algunas razones para reflexionar al respecto, válidas para todos, sean o no creyentes:

1. Las relaciones sexuales prematrimoniales perjudican el amor. Los jóvenes que ya consiguen en el noviazgo, lo que deberían alcanzar en el matrimonio, pierden parte de su ilusión ¿se puede ir al matrimonio, con la ilusión de quienes esperan la primera entrega íntima dentro del contexto apropiado, cuando ya se han pertenecido totalmente de cualquier manera? Es claro que no.
Por otra parte, el no haber sido capases de esperar hasta el matrimonio, puede llevar después, a dudar el uno del otro. Porque también, una vez casados, se presentarán ocasiones (tentaciones) en que habrán de dominarse, y el precedente que tienen de su debilidad, no ayuda a la confianza.
Son significativos los resultados de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, según el cual, se da un mayor número de rupturas entre las parejas que han tenido relaciones sexuales previas al matrimonio, que entre las que no las han tenido. Y en España, según una encuesta sobre Fecundidad y Familia, entre las mujeres que tuvieron relaciones sexuales antes del matrimonio, se separaron después de cinco años el 26 %, mientras que sólo lo hicieron el 3.7 % -¡siete veces menos!- de las que se casaron sin haberlas tenido.

2. Las relaciones sexuales prematrimoniales pueden conducir a decisiones equivocadas. Si consultamos a varios cónyuges sobre su vida íntima matrimonial, nos indicarán que han necesitado varios años, en la mayoría de los casos, para ir acoplándose. Nos hablarán de la importancia del cariño, de la paz y del sosiego para que el acto sexual se realice a plena satisfacción de ambos.

Comparemos esa situación con la de los novios que quieren conocerse sexualmente: la tensión emocional derivada del hecho de ”no” estar actuando correctamente, de la inseguridad de la situación…; la posibilidad de que ella quede embarazada (pues ningún anticonceptivo es 100% seguro)…; el temor a defraudarse mutuamente, etc., etc., les conduce a experimentar sentimientos de ansiedad, confusión y culpa…, y luego, si se establecerse la costumbre de frecuentarse íntimamente, se suelen ir despertando sentimientos negativos que no ayudan a la consolidación del amor...

Ahora bien, como consecuencia de fracasos o malas experiencias íntimas en el noviazgo, algunos renuncian para siempre al matrimonio, quizás por desconfianza en si mismo(a) o en el otro(a), en los demás…, al decidir algo así ¿no están tomando una decisión drástica, que los aleja de sus propios valores y de la bendición futura de un matrimonio estable que en el fondo desean?

En cambio, si la experiencia sexual en el noviazgo fue, en apariencia, positiva ¿quiere esto decir que ya pueden ir tranquilos a la boda?, en modo alguno, hay cónyuges que comienzan bien su vida íntima y después desembocan en una verdadera inadaptación sexual, y es que quizás no vieron que habían descuidado todo lo demás, la maduración de otros aspectos de su personalidad y de su relación...

Vemos pues que ni en caso de ruptura porque la experiencia fue mal, ni en caso de seguir porque fue bien, son datos fiables para valorar positivamente la experiencia sexual prematrimonial.

3. Las relaciones sexuales prematrimoniales pueden afectar al hijo concebido en esas circunstancias. Porque esa posibilidad siempre existe, por muchas que sean las precauciones que se tomen. Y acaso los novios no están preparados para recibirle bajo esas circunstancias. Aparte de que la angustia e inseguridad en que viven los meses anteriores al nacimiento, no es el mejor ambiente para acoger al niño. Todo esto en el supuesto de que no se inclinen por "la solución" del aborto, con todo el trauma que puede suponer para una mujer el haber destruido a su hijo. "Es más fácil sacar a un niño del vientre de su madre -dice el psiquiatra inglés Frank Ayd- que sacarlo de su pensamiento".

Recordemos, entonces, la necesidad de tener un “sentido espiritual” del matrimonio, convencidos de que siendo importante en él, el aspecto sexual, en modo alguno es el único…; también que se deben poseer criterios claros sobre el noviazgo, un período de preparación al matrimonio, pero no un matrimonio anticipado…; y no olvidar evitar los peligros, porque la atracción del hombre y de la mujer busca su plenitud en la vida física y si no se evitan las ocasiones de riesgo, los resultados no se harán esperar. Siendo fieles a estos tres puntos, el problema de las relaciones prematrimoniales, se mitigará en gran parte, y el período de noviazgo se situará en su verdadero lugar cumpliendo aquel consejo del Fausto de Gounod: "Nunca entregues ligeramente tu amor hasta que lleves el anillo de la boda".

La castidad del cristiano no es represión…, sino Amor, convicción, responsabilidad, sublimación, es buscar el dominio de sí ejerciendo la dignidad que le es propia, para alcanzar el fin para el cual ha sido destinado por el Creador…

Por lo demás, si siendo novios, estáis confundidos respecto a este tema, reflexionad al respecto con la ayuda de un “buen” director espiritual…, aprended a actuar por amor a Cristo, y por ese amor que existe entre vosotros, que debe comenzar a hacerse maduro…, y veréis como vuestra vida se hará más luminosa y feliz…

L. Riesgo Menguez, y R.N.

MÁS QUE “TÉCNICA”…

Es importante que el hombre y la mujer estén claros en cuanto a su “dignidad como personas”, para actuar en consecuencia, sin dejarse llevar por ideologías en boga, completamente contrarias al verdadero sentido de la vida humana y a lo que realmente dispone a la felicidad.

Hoy en día, para muchas personas, el acto sexual ha perdido la espontaneidad de algo que debe brotar del “Amor” entre los esposos…, debido en gran parte…, a una excesiva preocupación por la “técnica” sexual, dejando de lado aspectos tan importantes como la afectividad, la ternura, la delicadeza, la comunicación, el respeto, la trascendencia…, resultando todo lo contrario a lo que supuestamente se pretende, la satisfacción en esta materia.

Para un significativo grupo de la sociedad actual, el “sexo” es lo más importante en las relaciones de pareja…, todo un pensamiento e industria millonaria gira en torno a él (al sexo), y busca modelarlo de acuerdo a sus intereses consumistas y de poder… El hombre y la mujer, el adolescente y hasta el niño, pretenden estar enterados de todo al respecto, y practicarlo si es posible…; muchas parejas conviven antes de casarse, a ver si lo hacen bien en la cama, para que, supuestamente, luego resulte el matrimonio… Sin embargo, la realidad viene siendo otra, estos adolescentes y niños se van formando en una serie de distorsiones sobre la afectividad que les hace difícil, más adelante, establecer una relación afectiva sana y estable…, la mayoría de aquellas parejas que han “probado” su destreza sexual o convivido en unión libre, se separan (aún si se casan)…, en muchos casos en malos términos… Entonces, parece ser que la fórmula de la felicidad es otra, y que el “sexo” es sólo un aspecto del complejo mundo de las relaciones humanas, donde lo trascendente y espiritual viene a constituir el verdadero eje de todo…

¡En realidad, la relación sexual entre un hombre y una mujer, unidos en matrimonio, debe basarse en el Amor...!, descubriendo, claro está, el significado real de este término, por lo demás, bastante tergiversado en estos tiempos…

La condición de máquina, que del ser humano maneja actualmente la ciencia, hace que se piense que el cuerpo debe funcionar de determinada manera (la que los seudo científicos piensan que debe ser), y como en realidad no hay tal, de allí tantas insatisfacciones, disfunciones, frustraciones…

Prolifera la información sobre técnicas sexuales, junto a la ideología que acompaña toda la cultura de la supuesta “liberación sexual”: libros, artículos en revistas y periódicos, opiniones seudo-científicas en TV, radio, etc., de los tales gurues de la sexología…, están en todas partes… Se le vende a la gente, que llevar a la práctica esa información es “progreso”, cuando en realidad, conlleva un serio retroceso en la “desarrollo” humano.

Muchas parejas se han visto perjudicadas por intentar seguir lo que se dice por allí…, derivando, inconscientemente o no, en un acercamiento egoísta, centrado en la propia satisfacción, pasando el otro a ser un accesorio más.

La excesiva preocupación por la “mecánica” sexual que busca el placer propio, frecuentemente ve en la respuesta del otro(a), sólo una referencia del desempeño particular para exaltar el ego o no… Cuando lo apropiado es sentir alegría por el “bienestar” de la persona amada, en el cual se ha puesto lo mejor de si…

Siempre el “amor” y la generosidad mutua, llegan a conseguir, por sus insospechados caminos, resultados superlativamente superiores a los “técnicos”.

La preocupación por las técnicas sexuales, tiene su base en el concepto de que el ser humano no es más que un animal desarrollado, y por lo mismo, lo más importante de sus relaciones sexuales será la cantidad de placer físico que ellas puedan producir. De esta idea absurda proviene la obsesiva ansiedad por buscar resultados cada vez más artificiosos, que siempre llevan al hastío sexual, a la consecuente infidelidad o promiscuidad, o a desviaciones cada vez más frecuentes.

Los esposos, en realidad, deben amarse libres de preocupaciones, sin que la ansiedad por un modelo de placer físico impuesto desde afuera, pueda empañar su espontaneidad, su alegría, su gozo al entregarse mutuamente.

Se debe reiterar, que no hay mejor técnica para el ajuste sexual de la pareja, que el verdadero amor mutuo, la consideración, el deseo de cada uno de hacer feliz al otro.

Claro que hay conocimientos teóricos básicos, que sobre el tema, cada uno debe tener, seleccionando bien las fuentes de las cuales se tomen... Y si hubiese algún problema físico o psicológico mayor, un buen especialista “católico” podrá ayudar… Pero no hay que olvidar, por ejemplo, que la supuesta experiencia del más avezado casanova, cuando se enamora verdaderamente y esta por primera vez con su mujer, no le sirve de nada, pues siempre es un comienzo entre dos personas que son únicas e irrepetibles, y que solo irán armonizando con el tiempo, poco a poco.

En el sexo se repite lo que ocurre en tantos otros aspectos de la vida: “que da mucha más felicidad el dar que el recibir”. Aquí tiene esto una especial significación porque, esencialmente, el acto conyugal es un don, un donarse, un entregarse generosamente.

La unión sentimental debe preceder a la unión de los cuerpos, esta última se convertirá así en expresión de un “amor” que ya existe en los corazones… Este “amor” se manifestará en la práctica, a lo largo de las más diversas situaciones de la vida.

No es lo mismo amor, que deseo, el amor es del alma y el deseo del cuerpo; el amor matrimonial debe ser integral: de alma y de cuerpo.

No hay que olvidar, entonces, que la unión sexual para estar verdaderamente en consonancia con la dignidad de la persona humana, con su naturaleza, no puede reducirse solamente a la búsqueda de sensaciones voluptuosas, sino que debe expresar, sobre todo, una fusión completa entre el hombre y la mujer, penetrando simultáneamente sus facultades del cuerpo y del espíritu.

Recordad pues que ser cristiano implica una forma de vida coherente con la condición de hijos de Dios… Así es que, queridos recién casados, amaos verdaderamente en Cristo, tened confianza en su “gracia”, y lo demás os llegará por añadidura…

J. Loring / con ap. de R.N.

martes, 4 de septiembre de 2007

Una bonita canción.



Some say love it is a river
That drowns the tender reed.
Some say love it is a razor
That leaves your soul to bleed.
Some say love it is a hunger
An endless, aching need.
I say love it is a flower,
And you it's only seed.
It's the heart afraid of breaking
That never learns to dance.
It's the dream afraid of waking
That never takes the chance.
It's the one who won't be taken,
Who cannot seem to give.
And the soul afraid of dying
That never learns to live.
When the night has been too lonely
And the road has been too long.
And you think that love is only
For the lucky and the strong.
Just remember in the winter
Far beneath the bitter snow
Lies the seed that with the sun's love,
In the spring, becomes the rose

domingo, 2 de septiembre de 2007

Y SURGIÓ EL AMOR

(basada en el Génesis)
Autor: David Beigleder / Intérprete: José Luis Rodríguez

Letra:
Al principio de la vida, de la luz y de la lluvia,
el hombre estaba sólo, sólo, sólo…;
tuvo miedo, mucho miedo, de la oscuridad y el viento,
tuvo miedo de las sombras, y del frío en el invierno,
de la noche solitaria, del silencio tan inmenso, de la tierra desolada…

Entonces de la mano del Señor,
surgió el amor hecho mujer, hecho mujer,
para calmar y compartir el frío,
y llenar la Tierra con los hijos infinitos…

Entonces de la mano del Señor,
surgió el amor hecho mujer, hecho mujer
para crear y compartir un techo y ahuyentar
la soledad y el miedo con amor.

sábado, 1 de septiembre de 2007

LA ÚLTIMA PINCELADA

En un lejano país, un joven artista soñaba con encontrar y pintar “lo más bello del mundo”. Era una ilusión que le inquietaba el alma.
Un día, al amanecer, se puso en camino... Se fue muy lejos, atravesando sitios de ensueño.
En cada lugar, buscó a los sabios y les hizo la misma pregunta: -¿Qué es lo más bello del mundo para que yo lo pinte? Pero ninguna respuesta lo satisfacía.
Un buen día se topó con un vagabundo y lo interrogó:
-“Amigo ¿Qué es lo más bello que existe?”
-“El amor”. Contestó melancólicamente el mendigo.
Más adelante, encontró a un soldado: -“La paz”. Afirmó el militar.
Una ancianita le respondió con una sonrisa: - “La fe, hijo”.
Entonces, como quien cae en cuenta…, en el alma de nuestro artista brilló de nuevo una ilusión, al tiempo que conjugaba las tres palabras: amor, paz y fe.
Inmediatamente emprendió el camino de regreso a su hogar... Al abrir la puerta de su casa y recibir el beso de bienvenida de su esposa, su corazón sintió renovado todo el amor que los había unido en matrimonio para toda la vida… Además, no sabía que había quedado embarazada, y no pudo contener un abrazo para el pequeñín que jugaba en la alfombra, y que lo miraba con rostro alegre e inocente…
Luego, al pasear la mirada por el modesto entorno, percibió que en ningún otro lugar del mundo había sentido aquella paz…, y no pudo menos que arrodillarse en una plegaria de gratitud y fe…
Esa misma noche decidió pintar, sintiéndose inspirado como nunca… Al cabo de un tiempo de mucho trabajo, pudo dar “la última pincelada” a un gran lienzo, donde se plasmaba una maravillosa obra de arte a la que llamó: Mi Hogar... En ella estaba representada su familia…, porque fue en su misma casa donde encontró “lo más bello del mundo”…

Bas. J.Otaolaurruchi

viernes, 17 de agosto de 2007

LA DESPEDIDA DE SOLTERO(A)

El ser humano tiende a destacar de una manera especial, los acontecimientos que marcan su vida, y uno de los más importantes es el Matrimonio, algo que el católico entiende como el Sacramento en el cual, por el mutuo consentimiento de los contrayentes, Dios les concede la “gracia” para santificar su unión conyugal y para cumplir bien los deberes matrimoniales, como son: la armonía conyugal, la fidelidad, el control de la concupiscencia, el dominio del carácter, la ayuda y el consuelo mutuos, la educación de los hijos, el sostenimiento del hogar, etc. De celebrar el paso de soltero(a) a casado(a), viene la costumbre de “la despedida de soltero(a)”.

Es frecuente encontrar a lo largo de la historia humana, que los amigos de cada uno de los novios, quieran cerrar con ellos una etapa de la vida y abrir otra de trascendencia singular. Las celebraciones dispuestas para ello, han sido reflejo del grado de desarrollo o decadencia de una determinada cultura, de sus virtudes o de sus vicios, del sentido trascendente o trivial con que miran el hecho en cuestión…

Por ejemplo, cuenta una antigua leyenda como posible inicio de esta tradición en Alemania, que los amigos de un hombre sin recursos para casarse debidamente con su novia, hicieron un alegre convite, donde los invitados llevaron como regalo para la pareja, todo aquello que necesitaban para establecer su nuevo hogar... Se observa que el valor fundamental fue la solidaridad fraterna, algo muy positivo.

En la actualidad se han popularizado cierto tipo de “despedidas de solteros(as)”, basadas casi exclusivamente en una genitalidad vulgarizada, y contrarias al alto sentido cristiano de la sexualidad humana…, al sentido de la vida, de la dignidad de la persona, del Sacramento que se va a recibir...

Ciertos grupos tachan a la Iglesia y a los ciudadanos de bien, como carcas o anticuados, al alertar sobre estas costumbres decadentes (embrutecedoras), cuando en realidad lo primitivo o caduco es lo otro…

Por lo demás, hay principios eternos que nunca dejarán de brillar aunque se los ignore, lamentablemente, la luz ha tenido que convivir con la oscuridad y sus graves consecuencias... El progreso real esta en reconocerse como Persona y actuar según la dignidad que ello implica, ayer, hoy y siempre…

Hoy vemos en “la despedida de soltero(a)” una fiesta escandalosa y chabacana, sin distingo de clase social, económica o cultural… Comúnmente separada la del novio y la de la novia, aunque ambas con parecidos excesos. En ella se pretende correr la última juerga salvaje antes de “sentar cabeza”, dejándose llevar por los más bajos instintos…

Respecto a lo de “sentar cabeza”, vale acotar que si la “cabeza” no se la tiene ya sentada de antemano, si no hay madurez en el individuo y respecto al tema de la boda…, la próxima ceremonia nupcial no hará el milagro de madurar lo verde…, vislumbrándose tormentas en el horizonte…, pues la “gracia”, no realizará de ordinario milagros, cuando las condiciones para un amor serio y auténtico, han fallado en su base…

Este modelo de “despedidas”, son impulsadas por ciertas ideologías en boga, así como por un comercio sin escrúpulos, cuyo objetivo es un consumista desbocado y manipulado por unos medios de comunicación mediocrizados…

El “menú” de muchos de estos “festejos” ofrece:
-alcohol en barra libre, e inclusive drogas, buscando la ebriedad o a la perdida de la conciencia;
-espectáculos subidos de tono con strippers que se encargan de alimentar la lascivia de los asistentes, siendo factible que, por una paga adicional, presten “servicios sexuales” a alguno de los asistentes, inclusive al novio o a la novia;
-juegos y chistes vulgares ligados a lo genital;
-música estridente con letras que trivializan el sexo…

La brevedad del espacio no permite extenderse en explicar detalladamente, por qué este tipo de “juergas” ofende al amoroso Creador que nos hizo a su imagen y semejanza, y que ofrece su bendición y gracia en el Sacramento del Matrimonio…; por qué se ofende también la dignidad de Persona del novio o novia que participa, y la del resto de los presentes…, y además, la del novio o novia ausente…; se ofende inclusive, el ideal supremo de civilización, que necesita de la coherencia de vida y ejemplaridad de los buenos individuos para construirse…, ideal que contempla un ser humano alegre en el dominio de si mismo, con esa disposición a una entrega limpia, generosa y plena al otro…

Pero lo más triste, es que un alto porcentaje de los participantes e inclusive promotores de tales excesos y faltas a la Moral, se dicen cristianos…, quizás lo sean, aunque muy ignorantes de su fe, o sin suficiente personalidad para hacer respetar sus valores…, todo lo cual no los exime de responsabilidades…

Entonces: ¿cómo celebrar una “despedida de soltero(a) cristianamente? Pues hay muchas formas, todas tan alegres, entusiastas y divertidas como la que más, y sobre todo coherentes con la fe que se profesa…

Antes que nada, hay que tener bien claro el sentido de la ocasión, se trata de un compartir entre amigos para manifestar sus parabienes al compañero(a) que se casa para perpetuar su amor y fundar una nueva familia… En esta “reunión” habrá recuerdos, anécdotas, acentos de sano humor (del inteligente y no del que se nutre simplemente del comodín de lo sexual), sana diversión, y hasta un momento para unas palabras y una oración por la felicidad del novio(a)…

Los hombres preferirán como “despedida”, por ejemplo, una cata de vinos y tapas, un día de fútbol, caza o pesca…, y las mujeres, la intimidad de una tarde de té, un paseo, un día de picnic o de salón de belleza… Otras opciones, indistintamente, pueden ser una tarde de juegos de mesa, un día de senderismo, una acampada, la repetición de un corto viaje a un lugar recordado como especialmente grato, etc., etc.


No es necesario que asista mucha gente, sólo los más cercanos y que compartan vivencias, recuerdos y valores parecidos, o que respeten los del agasajado…
En fin, que de darse la “despedida de soltero(a)”, se ejercite la sana imaginación en su preparación, ideando actividades interesantes, divertidas, alegres, dignas y nobles…, como corresponde a damas y caballeros cristianos…

miércoles, 8 de agosto de 2007

LUIS Y MARGARITA

A través de la historia, salvando modas, costumbres, circunstancias…, el ser humano ha sido esencialmente el mismo, por eso resulta interesante conocer la vida de quienes decidieron realizar su vocación al matrimonio con sentido trascendente, superando las dificultades con la gracia de Dios, y asumiendo la felicidad como “actitud” interna independientemente de las circunstancias exteriores…, como una disposición a la alegría, al optimismo y a la esperanza.

Se llamaba Luis como su padre, eran franceses, su madre, Blanca, natural de nuestras queridas tierras castellanas. La crónica ha recogido una frase que define la estructura moral sobre la que se cimentó la formación de nuestro protagonista, su madre le repetía: -“Hijo, te quiero como la madre más amante puede querer a su hijo, pero preferiría verte caer muerto a mis pies antes que saber que has cometido un solo pecado mortal”, palabras enmarcadas dentro de una educación centrada en el conocimiento y encuentro personal con Jesucristo, en el amor a Dios y al prójimo…, a través del estudio y la practica del Evangelio, de la oración y de los sacramentos…, de la practica de la caridad, asumiendo la vida como un maravilloso don y a la vez como una prueba, cuya superación alcanza el bien supremo, la felicidad eterna.

Luis era de buena presencia, militar hábil y valiente, estadista, se destacó por su justicia y bondad, especialmente con los más débiles y necesitados. Le tocó vivir una época convulsa (¿cuál no?); afrontó la adversidad con visión sobrenatural. Siendo el hijo mayor, muy joven tuvo que asumir responsabilidades, y supo honrarlas. Era alegre y sabía disfrutar los momentos de esparcimiento sanamente. A pesar de celebrar fiestas magnificas, no consintió las diversiones inmorales. Tampoco toleraba la obscenidad, ni la mundanidad exagerada.

Una anécdota, estando Luis con unos amigos, le preguntó al más cercano (Joinville): “¿Qué cosa es Dios?”, este le contestó: “Una cosa tan buena, que nada puede ser mejor que El”. “Bien dicho “, respondió Luis. “Pero dime: ¿preferirías contraer la lepra antes que ofenderlo, antes que cometer un pecado mortal?” (la lepra era una de las enfermedad más temidas). Y Joinville, muy sincero replicó: “Preferiría cometer treinta pecados mortales antes que contraer la lepra”, los presentes se sonrieron divertidos. Luis permaneció serio, y más tarde, en privado, le explicó que si bien su respuesta había sido sincera, estaba equivocada, y conversaron largo rato sobre los “novísimos” (cada una de las cuatro últimas situaciones del ser humano: muerte, juicio, infierno y gloria), todo un ejemplo de apostolado personal. También sabía proclamar sus principios públicamente, aún en situaciones adversas. Más tarde en su vida, estando preso en territorio enemigo (musulmán), no dejó sus prácticas piadosas, y ante las burlas insultantes de los guardias, respondía con tanta dignidad, que aquellos terminaron por dejarle en paz.

Llegó el momento en la vida del hombre, en que sintió con fuerza su vocación al matrimonio. Le habían hablado maravillas de una chica llamada Margarita, a quien el poeta Mistral llamó “sol de Provenza”. Por sus innumerables obligaciones, la distancia geográfica y costumbre de la época, Luis le pide a su madre Blanca que vaya a conocerla y le de su opinión, que resulta favorable.


Los jóvenes tenían referencias uno del otro, las mismas que despertaron, primero interés, luego ilusión, y al conocerse en persona, amor. Concretado el noviazgo, ambos decidieron guardar su virginidad hasta el matrimonio…, educados en el “autodominio”, sublimaron sus instintos para elevarse al modelo y dignidad de persona humana contemplado por el Creador… La gallardía, el valor, la amabilidad, el buen humor…, todo en Luis podía servir para seducir a las mujeres, pero sólo Margarita contó en su corazón y en sus brazos… Asimismo ella brillaba por su belleza, gracia, educación, alegría… pero su corazón pasó a pertenecer sólo a Luis.

Un 27 de Mayo se casaron, la alianza nupcial, como juramento de fidelidad llevaba escrito: “Fuera de esta alianza ¿podemos hallar amor?”.

Luis y Margarita de novios, mientras buscaban textos para su boda, leyeron en la Biblia la historia de Tobias y Sara (Tob. 8,4), impresionados por el mismo, conversaron al respecto y se dijeron: “si vamos a estar juntos toda la vida, por qué no iniciar nuestra convivencia siguiendo este ejemplo”, y así lo hicieron.

Vale acotar que para quien no tiene fe o sensibilidad espiritual, resulta incomprensible, imitar lo que se narra en el Libro Sagrado, pero para quien ama en Dios, los gestos heroicos se vuelven cotidianos. Luis y Margarita pasaron las primeras tres noches de su “luna de miel” en oración, en confidencias románticas, en expansiones de sus sentimientos, en compartir sus sueños de enamorados, en el diálogo… Este amor, buscó profundizar los sentimientos del corazón, antes de proceder a la consumación física del mismo… Luego, ya siendo un solo corazón, fueron un solo cuerpo…

La noche de bodas, en la que se aúnan el misterio y la pasión, las emociones más fuertes y las exaltaciones más embriagadoras, es la noche más personal de los esposos, única e inefable. El eterno Adán y la eterna Eva, presentes en los esposos, vuelven a conocerse y a atraerse, a buscarse y a encontrarse, a completarse y a superarse, a necesitarse y a fundirse en plenitud.

Comentario aparte, lamentablemente, ¡cuántas brutalidades y cuántas torpezas se comente en el primer encuentro intimo entre un hombre y una mujer… Para muchas parejas, comienza el principio del fin… Todo sucede, generalmente, por precipitación, falta de comunicación, de delicadeza, de psicología elemental. Marginando y contrariando las leyes de la fisiología y de la psicología, quieren ser un solo cuerpo antes de ser un solo corazón, y sólo logran frustraciones y rechazos.

El amor de Luis y Margarita, fue ternura y pasión, despliegue de sentimientos y entrega confiada, sin celos ni recelos, una fuente de felicidad. Llegó a ser grande, fiel y fecundo…, coronado por varios hijos…

Ese autodominio inicial de la pareja no fue el único, se expresó en diferentes circunstancias, por ejemplo: Por su estampa y elevada posición social, no le faltaron a Luis avances femeninos, ni a Margarita, masculinos, pero los rechazaron de plano.

Asimismo, durante el tiempo de Adviento y de Cuaresma, tenían la delicadeza de ofrecer a Dios la ausencia de su legítima intimidad conyugal, como gesto de amor, penitencia y oración… En esos períodos de abstinencia, el deseo por su esposa excitaba las fibras psicosomáticas de Luis, podía ceder legítimamente a sus impulsos, pero fiel a su alto ideal ascético, resistía, se levantaba de la cama y a pies descalzos paseaba por las ásperas baldosas del patio hasta que volvía a hallar la calma. A través del ejercicio de la moderación, se aseguraba un noble equilibrio vital...

No todo fue color de rosa. Antes de finalizar la larga luna de miel prevista, los amantes deben separarse, pues ocurre una situación bélica que Luis se ve obligado a enfrentar… Parece que la suegra, Doña Blanca, tuvo que ver algo en este regreso anticipado, pensando que la luna de miel ya iba muy larga para su gusto, movilizó sus influencias para que el hijo fuese llamado antes de tiempo, aún habiendo subalternos que hubieran podido solventar la situación… Amor de madre algo fuera de cause, bastante frecuente por lo demás…

A la temprana muerte del padre, Blanca, una gran mujer, había cuidado la educación de Luis y velado por sus intereses, madre e hijo se compenetraron mucho, ahora el hijo levantaba tienda aparte y esa separación causó arrestos de celo maternal… Ya Blanca no sería el único objeto del cariño y las atenciones de Luis. Compartir la felicidad y el amor del hijo debía haber sido la felicidad de la madre, y así fue más tarde, pero mientras, hubo que superar cierta rivalidad y tirantez inicial entre Blanca y Margarita.

Tenían una residencia amplia, en un ala habitaba la madre de Luis, y en la otra los esposos. Recién casados, los jóvenes enamorados no perdían ocasión de encontrarse íntimamente, aún durante el día. Al darse cuenta la suegra, pensó que ya era suficiente la noche para ello, y que tales manifestaciones de amor durante el día, restaban tiempo a las obligaciones de su hijo. Blanca los hostigaba, atravesándose en el camino de Luis cuando iba a buscar a Margarita, buscaba alguna excusa para desviarlo de su intención, asimismo con Margarita. Naturalmente, los cónyuges, gozando de sus plenos derechos, inventaron un sinnúmero de ardides para burlar la vigilancia de Blanca y encontrarse en cualquier oportunidad, como atestiguó el personal de servicio que se hizo cómplice de la pareja. La disposición del edificio ayudaba, el departamento donde regularmente estaba Margarita era en el piso bajo, y donde despachaba Luis, encima, ambos recintos unidos por una escalera de caracol. Cuando algún sirviente veía venir a Doña Blanca, avisaba para que a través de la discreta escalera, la suegra encontrara en el sitio que esperaba al hijo o a la nuera. Astucias de enamorados que todos hubiéramos aplaudido... Por todo ello el viejo dicho: “el casado, casa quiere”, por lo menos en los primeros tiempos de matrimonio.

Los esposos se querían y se respetaban entrañablemente; pero, no faltaron divergencias por sus temperamentos y gustos personales.

Luis era serio pero con buen sentido del humor, reservado, sobrio, muy trabajador y comprometido con muchas causas, sentía que sus responsabilidades venían de Dios y debía honrarlas para dejar un mundo mejor, hombre de oración y de acción. Margarita era más lírica, expansiva, desinhibida, le gustaban las fiestas y diversiones, el deporte (la equitación, cetrería…), la elegancia (ropa, joyas, perfumes…), y una brillante vida social.

Como marido amante e inteligente, Luis buscaba complacer a su esposa, si bien él prefería vestirse sencillamente, permitía que su esposa incursionara en su vestuario, pues Margarita se sentía mortificada por el contraste de sus lujosos trajes y los sencillos de él… Ese distinto enfoque, produjo discusiones conyugales, como ésta:
-Margarita, ¿te gustaría que me vistiera más lujosamente?
-Si, y hasta te lo pido.
-Acepto para complacerte, porque el matrimonio obliga al esposo a complacer a su esposa. Pero la ley es recíproca, por eso debes conformarte también con mi deseo.
-¿Cuál?
-Querida, que te vistas más modestamente.
Margarita, como es fácil imaginar, se hizo la sorda en esta oportunidad, y dejó en paz al marido…, hasta el próximo round…

Sólo después que Luis, años más tarde, regresó de la guerra donde vio grandes horrores, miseria y sufrimientos, se impuso evitar el lujo y vestir muy sobriamente, reservando los trajes de gala para ceremonias muy especiales, de todas formas, la sociedad distinguía su dignidad, no por la ropa, sino por su actitud y maneras.

Luis y Margarita se integraron armoniosamente como esposos y educadores de sus hijos, no fue fácil, pero el esfuerzo bien valió la pena. La madre les transmitía los primeros elementos de la fe y la oración. El padre les reservaba todos los días momentos de formación (sobre todo por la noche después de la jornada), y de esparcimiento (Luis gustaba mucho de pasear con sus hijos). La educación que Luis les brindaba, no consistía en clases ni sermones, era nutrida, espontánea y atrayente. En cierto sentido se hacía eco de la misma metodología de las parábolas, usada por Jesucristo. Empleaba el arte de conversar para relatar historias y anécdotas, donde destacaba las buenas obras para ser admiradas, y en cambio cuestionaba los malos actos. La oración familiar, diaria, era costumbre. El ejemplo fue fundamental para la educación de los hijos.

Con la muerte de Luis, acabó una convivencia matrimonial de 36 años, en los cuales vivieron alegrías y tristezas, disgustos y reconciliaciones, dolorosas separaciones y esperados retornos, enfermedades y satisfacciones… En fin, todo lo que acompaña a los esposos de todos los tiempos… Ah, por si no los habéis reconocido, la historia anterior fue la de Luis IX de Francia y Margarita de Provenza…

(Bas. en C. Miglioranza)

viernes, 6 de julio de 2007

La boda de Avril Lavigne

Anímate a decir "sí" con esta canción



Dusty Drake: Say Yes
1st Verse

We've only known each other since the moment we met
But it seems like forever to me
I haven't figured out the perfect way to say it yet
But I suppose at times like these
A man should get down on his knees

Chorus

How'd'ya like to be in my wedding
(And) how'd'ya like to walk down the aisle
You could be the center of attention
Everyone would look at you and smile
We could send our friends invitations
You could wear a long white dress
If you'd like to be in my wedding, darlin'
All'ya have to do is say, 'Yes'

2nd Verse

Your folks could be seated in the very front row
And cry when we all turn to look at you
We could cut the cake
And we could strike a pose
Like the little bitty plastic bride and groom
And then begin our life-long honeymoon

(Repeat Chorus)

Say, 'Yes'
Say, 'Yes'
(How'd'ya like to be in my wedding)
Please say, 'Yes'
(How'd'ya like to be in my wedding)
Say, 'Yes'
(How'd'ya like to be in my wedding)
(How'd'ya like to be in my wedding)
(How'd'ya like to be in my wedding)

lunes, 2 de julio de 2007

A veces las imágenes hablan mejor que las palabras

Hay que evitar los resbalones, pero algunos pueden ser inevitables: no hay que preocuparse...




... Lo importante es saber levantarse en seguida.

sábado, 30 de junio de 2007

ALGUNAS CAUSAS DE FRACASO MATRIMONIAL

John Defraim ph.d y profesor de la Universidad de Nebrasca-Lincoln, USA, y Nick Stinnett , en su libro "Secrets os Strong Familias", estudian a tres mil ( 3.000) matrimonios estables y felices de diversas nacionalidades para establecer puntos en común, encontraron varias claves que siguen vigentes hoy en día, basados en ellas, van las siguientes causas de fracaso matrimonial:



1.-Percepción errónea del matrimonio.

La literatura, el cine, la TV, y en general los medios de comunicación, han contribuido a deformar las ideas de noviazgo y matrimonio, aunados al descuido en la formación de los jóvenes en sus hogares y escuelas…, presentándolos como no son en realidad, de allí el temprano desencanto de unos cónyuges mal preparados. Tampoco los novios conversan lo suficiente sobre sus valores respectivos, sus perspectivas de futuro, el sentido de sus vidas, etc., temas vitales de cara al matrimonio. Se suele oír en matrimonios jóvenes: "Mi esposo ya no me hace feliz", "Mi mujer debería se distinta". Ante estos pensamientos, la mejor recomendación es la siguiente: no pienses sólo en recibir, sino en dar, San Pablo dijo: "más dicha hay en dar que en recibir" (Hechos 20, 35).

2.-Desviación de los sanos principios

Ideologías interesadas, el comercio del sexo (pornografía, prostitución, etc.), seudo-especialidades como la "sexología, etc., promueven una sexualidad desordenada desde muy joven (promiscuidad, infidelidad, genitalidad sin sentido ni amor…), además de otras practicas como el alcoholismo o la drogadicción…, dentro de una cultura que busca el consumismo y el placer individual como fin en si mismo.

3.-Graves defectos de personalidad (pereza, desconsideración, despotismo, debilidad, egoísmo, soberbia, injusticia, infidelidad, pesimismo, desorden, impaciencia, irresponsabilidad, desconfianza, etc.), que si la persona no se da cuenta y comienza a superarlos antes del matrimonio, serán fuente de conflictos.

4.-Falta de diálogo y cosas en común

Muchos casados se dejan envolver por la cultura actual que consume el tiempo fuera de casa o en actividades individualistas (trabajo, amistades, ordenador/internet, TV, etc.), y deja poco tiempo para la pareja, que poco a poco irá entrando en la rutina del trato mínimo indispensable entre ambos.

5.-Problemas económicos
Reales o ficticios. Reales, porque a muchos matrimonios se les hace difícil cubrir sus necesidades, dado el deficiente apoyo del Estado a la institución familiar, y en consecuencia, del sector privado de la economía, lo que redunda en escasez, privaciones, deudas difíciles de pagar, etc. Ficticios: porque también hay familias que teniendo ingresos suficientes, empujadas por la cultura consumista, se crean necesidades superfluas, por encima de sus posibilidades, cayendo en frustraciones y deudas injustificadas. Por otra parte, puede haber incomprensión en los planes y deseos, falta de confianza en el manejo de la economía del hogar, etc.

6.-Interferencia de terceros
Suegros, familiares, amigos…, en ocasiones se inmiscuyen imprudentemente entre los esposos, creando conflictos o aumentando los que pudiesen existir. Los esposos deben discernir, a quien escuchar en caso de necesitarlo. En todo caso debe respetarse la privacidad, intimidad, e independencia de los cónyuges. Por otra parte, debe procurarse que los recién casados vivan independientemente.

7.-Cuando el amor se enfría
El amor es como una planta, necesita agua (afecto, consideración, respeto, confianza, etc.), abono (detalles, intimidad, ilusión, oración y sacramentos, etc.), poda (rectificación de defectos, erradicación de malos hábitos, etc.)…, en fin, que si no se seca. En una relación pueden haber insatisfacciones emocionales (falta de comunicación por ejemplo) o sexuales (la cultura de desorden sexual en que se vive hoy, puede crear falsas expectativas o exigencias), todo esto puede superarse con empeño, en ocasiones con ayuda de profesionales idóneos (respetuosos de los valores cristianos).
La pareja nunca debe amenazarse con el divorcio, sino buscar soluciones. Una anécdota: Una señora fue a visitar a un "orientador familiar", amigo suyo, y le dijo: -Me quiero divorciar de mi marido (fue la queja de la angustiada mujer) -¿Por qué? Preguntó el profesional.
-Porque tiene otra.
-Si tú te divorcias, lo empujarás definitivamente a los brazos de la otra, que quizás sólo sea un desliz.
-¿Qué puedo hacer entonces?
-Enamórelo primero, y ante todo, recupere todo su encanto como mujer, pues se ha descuidado. Luego, si es el caso, se separa.
-¿Cómo puedo enamorarlo, además de cuidarme…?
-Hágale frecuentes elogios. Dígale lo apuesto que él es para usted, cuánto aprecia su compañía y buen humor, destaque lo que haga en el hogar, etc.
Además, sea considerada, discreta, gentil…, no lo riña desaforadamente, espere la ocasión para resolver los conflictos de forma serena…, de vez en cuando dense una escapadita para estar juntos y solos (cine, teatro, un concierto, un finde fuera de la ciudad)…
La mujer se puso a hacerlo. Al cabo de algunos meses encontró al profesional, quien le preguntó por su esposo.
-¡Lo logré le dijo ella! Está profundamente enamorado de mí, como al principio de nuestra relación. -Entonces, ¿ahora está dispuesta a dejarlo?-¡No!!!, ahora no, porque yo también estoy enamorada de él.
8.-Priorizar lo material sobre lo espiritual , acaba con muchas parejas.
El desesperar por aparentar un estatus social superior, el stress por ascender a toda costa en el trabajo, la obsesión por el desempeño sexual que inculca la sexología, la inmersión en el consumismo tecnológico, la percepción de la vida a través de la visión de los medios de comunicación más populares, etc., etc., van separando a la pareja, a la familia, y se endurece el corazón a los reclamos del espíritu, Dios pasa a ser el gran ausente o relegado de la vida de muchos hogares.
Colaboración de Rafael.