sábado, 30 de junio de 2007

CLAVES PARA UN MATRIMONIO Y UN HOGAR FELIZ

John Defraim ph.d y profesor de la Universidad de Nebrasca-Lincoln, USA, y Nick Stinnett , en su libro "Secrets os Strong Familias", estudian a tres mil ( 3.000) matrimonios estables y felices de diversas nacionalidades para establecer puntos en común, encontraron varias claves que siguen vigentes hoy en día, basados en ellas, van las siguientes:





1.-Compromiso con los demás


-Los matrimonios felices valoran la familia como unidad por encima de las necesidades y deseos individuales.
-Aunque cada uno tenga sus metas, se debe estar dispuesto a reorientar o eliminar aquellas que puedan amenazar su existencia como pareja.
-Tratar de comprender los sentimientos, deseos, inquietudes del otro.
-Ayudarse mutuamente a madurar, a desarrollar el carácter y la personalidad.
-Al esposo: valorar la opinión de su mujer, sin tratar de imponer la propia, buscar el consenso. Reconocer las virtudes y méritos de ella, expresarle reconocimiento y agradecimiento por sus diarios desvelos en el hogar. Valorar la intuición femenina, en ocasiones más eficaz que la lógica del varón. Dejar que la esposa exprese sus sentimientos, escucharla pacientemente y apoyarla. Evitar ser desconsiderado, porque esto va generando resentimientos. Participar activamente en las tareas del hogar, sobre todo si ambos trabajan. Ser caballeroso.
-A la esposa: darle autoridad y respeto al esposo en el hogar; valorar las cualidades propiamente masculinas; compartir tareas; comunicarse con él sin aturdirlo; ayudarlo a formarse en su condición de esposo y padre; practicar la consideración, la discreción y la gentileza.
-Fomentar un ambiente alegre en la casa. Hacer del hogar un lugar singular y atrayente, donde se respire un clima de amor.

2.-Actitud


La actitud de los cónyuges debe ser siempre positiva y optimista a pesar de todo. Recordar que la felicidad es una actitud interna de la persona, que se sobrepone a las circunstancias externas de la vida, y que puede cultivarse y transmitirse.

3.- Afectividad

-Ofrecer constantemente pequeñas expresiones de cariño, y también aprender recibirlas. Priorizar los regalos realizados por uno mismo, no cuestan casi nada pero valen más, pues están hechos con dedicación y amor (tarjetas, dibujos, bricolage, etc.).
-Ver lo positivo del cónyuge, sus virtudes, y no solamente sus flaquezas. En lugar de la crítica, destacarse mutuamente las buenas cualidades, esto estimula el amor y la superación. Si hay algún defecto, hablarlo serenamente y ayudaros a superarlo.
-Los hombres suelen subvalorar el trabajo de la mujer en el hogar, cuando en realidad este es tan importante (quizás más), que el de la oficina, e implica tanta actividad, toma de decisiones, habilidades, etc. como el que más. Asimismo hay mujeres que reprochan el mucho trabajo (por necesidad) del marido, la actitud correcta es brindar comprensión y cariño, cuidando la calidad del poco tiempo que tienen para estar juntos.
-Evítense las palabras ásperas y ofensivas. Muchos, de novios, se hablan dulcemente, esto debe seguir al convivir juntos como esposos, incluso ir perfeccionando el trato.
-Practicar las normas de urbanidad y buena educación. Cuidar los gestos, modos, apariencia y actitudes. Muchas cortesías y consideraciones se abandonan al estar casados, lo cual es perjudicial para la relación. No cuesta decir: "gracias", "por favor", "lo lamento", "perdóname", etc.

4.-Comunicación


-La comunicación es fundamental para la comprensión y para alimentar el amor. Allí se expresarán las experiencias vividas en el trabajo, las vivencias diarias con los hijos, las alegrías y preocupaciones, las ideas e ilusiones…
-Si algún miembro de la familia no se comunica, debe buscarse el por qué y ayudarlo a integrarse. Ofrezcamos comprensión y compenetración con los sentimientos del otro. Nada de manipular, atemorizar, culpar, controlar, imponer, ni tampoco gritar u ofender.
-La pareja no debe acostarse enojada, reconciliarse antes de dormir.
-Una investigación encontró que muchas parejas tienen un promedio de 17 minutos de conversación a la semana (la semana tiene 10.080 minutos).
-La afición a la televisión, ordenador/internet, roban preciosos momentos de comunicación e intimidad entre los esposos.

5.-Pasar tiempo juntos


-Hagan cosas juntos: labores del hogar, estudio, ratos de esparcimiento, de oración, etc. Una familia debe compartir la felicidad y también los problemas.
-Dedicar "tiempo" a la familia, planificarlo bien y cumplirlo, procurando que las exigencias absorbentes del trabajo no se interpongan.
-Las tradiciones familiares son momentos invalorables para estar juntos y compartir (Navidad, Cumpleaños, Onomásticos, etc.). Muchos desaprovechan, por ejemplo, las vacaciones, para encuentros familiares profundos, que necesitan paz y tranquilidad, lamentablemente se van a sitios muy concurridos y ocupan integrante el día en diversiones de todo tipo, sin más.

6.-Unidos en la adversidad
-La familia sólida, se une para hacer frente a los desafíos de cualquier crisis. Esta cualidad de "unión familiar" es algo que hay que cultivar y formar en los hijos desde pequeños.
-Ante un problema, buscar soluciones antes que culpables.

7.-Estructura moral


Una buena estructura moral es un denominador común en las familias estables.
-Dicha "estructura moral" incluye, por ejemplo: integridad, honradez, lealtad, responsabilidad, consideración, respeto, afectividad, fidelidad, etc. La formación moral de los esposos y de la familia cobra singular importancia hoy en día, pues oscuros intereses sociales, políticos y económicos tratan de deformar la Verdad, siendo los niños el principal objetivo para formar adeptos o indiferentes.

8.-Dios en el hogar


-En encuestas realizadas en varios países, la mayoría de las personas expresaron que la fe religiosa ayudaba a la estabilidad del hogar. Cuan lamentable es comprobar que el materialismo desplaza cada vez más las cosas espirituales, enfriando la fe.
-El diálogo sobre cosas profundas, une a la pareja. Dios bendice a quienes lo buscan y le aman.
-La vida de piedad en el matrimonio y la familia, estrecha lazos, además hace crecer espiritualmente. La bendición de la mesa cuando se va a comer, pedir y dar la bendición entre padres e hijos, el Angelus, el Rosario, lecturas piadosas en familia (los Evangelios, el Nuevo Catecismo de la Iglesia, vidas de santos, etc.) propiciando animados diálogos al respecto, la Navidad (hacer entre todos el Belén, la comida, la Corona de Adviento, etc.), vivir piadosamente la Semana Santa, etc.


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